Decí­a Einstein que Dios no juega a los dados. Tal era su forma de defender la existencia de una única fórmula que explicara el funcionamiento del universo de manera global, y no usando unas leyes fí­sicas para los sistemas a pequeña escala (mesoscópicos / atómicos) y otras para los sistemas a mayor escala (macroscópicos).

Y es que, pocos años después de publicar su Teorí­a de la Relatividad General, las bases de dicha teorí­a temblarí­an ante la promulgación del Principio de Incertidumbre por parte de Heisenberg, mediante el cual, se deducí­a la imposibilidad de efectuar mediciones simultáneas de la posición y velocidad de una partí­cula con precisión infinita. Es decir, el universo a nivel cuántico se comportarí­a de manera virtualmente impredecible y, por lo tanto, no estarí­a sujeto a la fí­sica/mecánica clásica en la que dicha posición y velocidad se podrí­a hayar mediante un cálculo de trayectorias. Así­, esta nueva lógica, la Mecánica Cuántica, tan sólo podrí­a predecir las distintas posibilidades que dicha posición y velocidad podrí­an tener en ese plano subatómico o universo cuántico. En definitiva, la Ley de la Relatividad General de Einstein sólo serí­a válida en sistemas en los cuales los efectos cuánticos no fueran relevantes. O dicho de otra manera, su teorí­a ya no era tan general.

Como decí­a al principio, Einstein renegó de la mecánica cuántica, y se obsesionó en la búsqueda de una teorí­a que unificara la fuerza gravitacional y la fuerza electromagnética, ampliando la genial unificación de electricidad y magnetismo formulada previamente por Maxwell. Sin embargo, anclado en su creencia, no contempló los avances de la mecánica cuántica en sus estudios. Algo que, a la postre, le distanciarí­a definitivamente de la ciencia más vanguardista de su época y de la que él mismo habí­a sido estandarte unos años atrás. Al final, el ocaso de sus dí­as llegó antes que una respuesta para su búsqueda… quimérica, paradigmática y un tanto quijotesca.

Hoy, 52 años después de su muerte en 1957, la teorí­a unificadora que buscaba Einstein empieza a cobrar sentido precisamente de la mano de una teorí­a desarrollada por la rama cientí­fica que el propio Einstein desdeñó: la mecánica cuántica. Dicha teorí­a es La Teorí­a de Cuerdas, candidata principal a unificar las cuatro fuerzas fundamentales de la naturaleza: la fuerza gravitacional, la fuerza electromagnética y las fuerzas de interacción fuerte y débil.

En fin, un teorí­a para la esperanza de comprender el universo en toda su dimensión: una teorí­a de todas las cosas. Una herramienta con la que interpretar un universo cuya mecánica es de momento incomprensible para nosotros. Ante él, somos poco más que monos golpeando un reloj, incapaces de comprender por qué se mueven sus manecillas.

Pero, no nos pongamos dramáticos. Porque, aunque no entendamos el sentido de nada, al menos sí­ tenemos la oportunidad de disfrutar de un espectáculo majestuoso que sube el telón cada dí­a para nosotros. Un teatro mágico iluminado por los focos de un millón de estrellas y un asiento en primera fila para la mejor función que nadie pudo jamás imaginar: nuestras vidas.

Universo Elegante (en inglés):
http://www.pbs.org/wgbh/nova/elegant/program.html

Hay 9 comentarios

  1. yanis
    miércoles, 14 de noviembre de 2007 a las 17:24

    TOMA UN REGALO

    . ¡ Aritmética! ¡Algebra! ¡ Geometrí­a! ¡ Trinidad grandiosa! ¡Triangulo luminoso! ¡El que no os ha conocido es un insensato! Merece que sufra los más grandes suplicios, pues en su descuido ignorante hay un ciego desprecio; pero aquel que os conoce y os aprecia, no quiere ya nada de los bienes de la tierra; se contenta con vuestros goces mágicos, y, llevado por vuestras alas sombrí­as, no desea más que elevarse, con un vuelo ligero, construyendo una hélice ascendente, hacia la bóveda esférica de los cielos. La tierra sólo le mues¬tra ilusiones y fantasmagorí­as morales, pero vosotras, oh matemáticas concisas, por el encadenamiento riguroso de vuestras proporciones tenaces y la constancia de vuestras férreas leyes, hacéis brillar, en los ojos deslumbrados; un reflejo poderoso de esa verdad su¬prema cuya huella se advierte en el orden del universo.

  2. miércoles, 14 de noviembre de 2007 a las 18:51

    Una teorí­a para comprender el universo en toda su dimensión. Hala. Para qué nos vamos a contentar con menos… ^_^

    Me siento una completa ignorante, pero sinceramente, Einstein también se debió sentir así­ en algún momento de su vida.

    Un abrazo.

  3. martes, 27 de noviembre de 2007 a las 14:24

    Jajaja, Yanis. Ahí­ lo has clavao. 😉

    Bueno, Cris, en realidad todos somos unos ignorantes, ¿no crees?

    😀

  4. Carlos Manuel
    viernes, 16 de mayo de 2008 a las 04:04

    Realmente pienso lo mismo que Eisten pensaba en aquella epoca todo esta relacionado con todo y todo es lo mismo pero diferente osea son la cara y la xruz de la misma mooneda realmente tuvo que ser un genio para entender el funcionamiento del universo

  5. sábado, 17 de mayo de 2008 a las 17:23

    Me pregunto si alguien entenderá algún dí­a el funcionamiento del universo. En realidad, no creo que Einstein lo entendiera tampoco, por muy brillante que fuera.

    A veces tengo la sensación de que cada vez estamos más lejos de entenderlo. Las respuestas nos llevan a más preguntas y, a medida que nos adentramos en él, más conscientes somos de la inmensidad de nuestro desconocimiento.

    Supongo que aún no hemos alcanzado la última colina que nos ofrezca una visión amplia del universo. Quizás, de hecho, dicha colina se encuentre precisamente fuera del universo. ¿Conseguiremos salir de él algún dí­a? De ser así­, entonces y sólo entonces, creo que tendremos alguna posibilidad de entenderlo.

    Qué gran espectáculo el universo!!!

    😀

  6. pablo
    sábado, 6 de junio de 2009 a las 04:39

    por dios que interesante me gustaria saber mas mas de esto hay algun libro de esto??

  7. lunes, 19 de diciembre de 2011 a las 04:26

    es muy interesante toda la informacion que puede ver uno en estas paginas que aunque es muy dificil entender el conceepto del universo mismo . hace imaginar la gran maravilla que es…. y pensa que nosotros somos parte de ella nos da fuerzas para vivir…. gracias…. quien quiera que seas,,,,

  8. felipe
    martes, 21 de febrero de 2012 a las 20:00

    cada vez que la ciencia abre una puerta se encuentra con Dios.
    gracias Dios por albert einstein

  9. domingo, 20 de octubre de 2013 a las 23:48

    El que Desee comprender el Universo no conseguira, Ya que el Universo lo que tu Eres no es Para Entenderlo, sino para experimentarlo, comprender nace de la mente, limitacion, vivir desde el Inconciente mes vivir desde el corazon, el que no conoce nada de razones, lo que para la mente es imposible, siempre para el corazon sera posible, solo necesitas equilibrarlos, uno sin el otro no existe, por que son UNO. TU ERES UN SER COMPLETO, YO SOY.