Madrid, 15:00 horas del Jueves 18 de Mayo de 2006. Comienzan las noticias en la televisión. El Barcelona ha ganado la Champions League, es la noticia más importante del dí­a. Por otra parte, los problemas del PP con los partidos independentistas catalanes, el fraude del Forum Filatélico y el buen tiempo en la pení­nsula completan la actualidad.

A las 15:45 acaba el telediario. Han pasado 45 minutos durante los cuales han muerto 900 niños de hambre o SIDA en el mundo. Desafortunadamente para ellos, esto no es noticia en los paí­ses más ricos. No. Aquí­ nuestros polí­ticos debaten sobre problemas más importantes como la identidad cultural y económica de ciertas regiones o sobre cómo blindar nuestras fronteras de la inmigración ‘ilegal’. Sí­, porque en nuestro mundo ser pobre es ‘ilegal’. Mientras tanto, los famosos nos enseñan lo bueno que se puede llegar a ser cuando uno tiene la vida resuelta. Y nosotros, el pueblo llano,… bueno, nosotros somos sus complices con nuestro silencio, desidia y egoí­smo.

Sí­, nosotros somos los malos de esta pelí­cula y el tiempo nos pondrá en nuestro sitio. Pero, ¿de qué le sirve eso a uno de los niños que acaba de morir de hambre mientras yo escribo estas lí­neas? Ella o él sólo querí­a una oportunidad para ver el mar o enamorarse como hacemos nosotros. ¿De qué le vale que nos disculpemos por escribir nuestra historia a costa de la suya? ¿De qué le vale que le pidamos perdón por no estar en nuestros discursos polí­ticos? Porque para nosotros su agoní­a no es noticia. Porque, en nuestro mundo privilegiado, pensar en ayudarle nos hace parecer ingenuos. Y me pregunto, ¿qué nos ha hecho esta sociedad para pensar que alguien que no quiere aceptar que otros mueran de hambre sea tomado por un idealista?

Hace cientos de miles de años, el hombre desarrolló la capacidad de sufrir ante el dolor de un semejante. Un proceso evolutivo cuya intención era la de protegerse y ayudarse los unos a los otros. Entre otras, esa cualidad nos ayudó a sobrevivir, progresar y alcanzar el grado de desarrollo intelectual del que hacemos gala actualmente. Y una vez más, me pregunto: ¿de qué nos ha valido?

Madrid, 17:25. Almodóvar recibe el Premio Prí­ncipe de Asturias de las artes. Pronóstico para esta tarde: sol y buen tiempo.

Hay 4 comentarios

  1. Nander
    lunes, 22 de mayo de 2006 a las 13:50

    Se te olvidaba que Eurovision lo ha ganado un grupo Heavy

    XDDDDDD

    Felicidades por la pagina

    megusta megusta

  2. martes, 23 de mayo de 2006 a las 16:11

    Sip, eso sí­ que es terrible. :oP

  3. Cacciaguida
    jueves, 25 de mayo de 2006 a las 11:15

    Existen muchos otros problemas que la «gente normal» está despreocupada.

    Un saludo.

    http://alighieri.bitacoras.com/

  4. jueves, 25 de mayo de 2006 a las 17:42

    Hay infinidad de problemas. De eso no me cabe la menor duda. Pero yo no hablaba aquí­ de problemas. No creo que el que la gente se muera de hambre sea un problema. Más bien dirí­a que es… una desgracia intolerable, una verguenza para la humanidad, una desaprensión tan infinita como inhumana, un acto de crueldad terriblemente egoí­sta, etc. Pero no, no dirí­a que es un problema. Es una prioridad imperiosa y nuestra pasividad nos convierte en complices de la masacre de millones de personas cada año. No hacemos nada por ellos.

    Este es mi personal ‘mea culpa’.

    Un saludito,
    David