Y allí solo en el desierto,
con su cuerpo empapado de arena,
se levantó y gritó,
gritó a los cielos su poesía.
Y sus palabras retaron al viento,
y este, enfurecido, desnudó su cuerpo.
Y allí, solo y desnudo,
escupió al silencio su poesía.
Y llamó a los hombres,
pero nadie le dio respuesta.
Y allí, vencido y solo,
vació su alma llena de poesía.
1993
excelente yo quisiera tener el talento que tienes pero ni modo 🙁 :d
visitame!!!!!!!!!!
Lo haré, Lilia.
Saluditos
Es simplemente excepcional
Gracias por ser tan generosa, Schehrazada.
😀
QUE TE PUEDO DECIR…..
QUIZAS SOLO
TE PUEDO SOí‘AR….
ERES GENIAL.
Volteo de pronto hacia mi interior
Inexplicable es el hecho de verme a mí
Siguiendo tus pasos, sin ver el exterior,
Temblando, mi vida, por verte a tí.
Así es que comienza ésta travesía,
Alegre al principio y triste al final
Lo canto sin voz, mediante poesía,
Cantar siendo muda es mi tenue señal.
Oro y joyas no opacan tu brillo,
Razones me sobran de comenzarte a amar.
Amado por eso nació un estribillo,
Zafiro y diamante, estrella polar;
Oh! Vida mía! dame un consuelo chiquillo
Negando a mis ojos volverte a llorar.
Con lo poco que he leído me has dejado sorprendida… seguiré visitándote. Saludos!!! 😆
Muchas gracias, Seidy. Espero que lo hagas. 😉
Por cierto, me gusta mucho tu estilo. No dejes de compartirlo con los pocos que nos reunimos aquí, por favor.
😀
Bueno pues esto no es mío, pero me gusta y además ya sabes que de vez en cuando me siento generosa y hago regalos literarios a mis desconocidos conocidos.
Es tarde ya en la noche
y la playa está desierta.
Rompe el mar
sobre las rocas.
Un aire cálido,
espeso de salitre
y de recuerdos,
me baña la cabeza.
Cierro los ojos.
Inhalo.
Me dejo llevar.
Y luego pienso,
como casi siempre
que me pasan estas cosas,
en Proust.
Pero no he leído
a Proust.
Qué importa.
La vida es bella.
Quién necesita
a Proust.
(Roger Wolfe)
Eso digo yo, ¿quién necesita a Proust?
Gracias, Janis.
😉
EMBRIAGAOS
Hay que estar siempre borracho. Todo consiste en eso: es la única cuestión. Para no sentir la carga horrible del tiempo, que os rompe los hombros y os inclina hacia el suelo, teneis que embríagaros sin tregua.
Pero ¿De que?. De vino, de poesía o de virtud, de lo que queraís. Pero embriagaos.
Y si, alguna vez, en las gradas de un palacio, sobre la hierba verde de un foso, en la tristona soledad de vuestro cuarto, os despertaís, disminuida ya o disipada la embriagez, preguntad al viento, a la ola, a la estrella, al ave, al reloj, a todo lo que gime, a lo que rueda, a cuanto canta, a todo lo que habla, preguntadle la hora que es; y el viento, la ola, la estrella, el ave, el reloj, os contestará: «Es hora de emboracharse». Para no ser esclavos y mártires del tiempo, embriagaros sin cesar. De vino, de poesía, o de virtud, de lo que queraís.
CARLOS BAULADELAIRE
Un abrazo
Pues sí, mi querida Susana. Hay que emborracharse de emociones hasta llenar el alma, como bien decía Baudelaire.
Por cierto, ¿sabes que el libro al que pertenece este poema en prosa de Baudelaire lo perdí hace muchos muchos años justo en frente de tu actual casa? El spleen de París. Un libro que, a su vez, tiene también otro curioso significado para mí. Ya te lo contaré.
Y, bueno, déjame que te felicite una vez más porque, al fin y al cabo, aún sigue siendo tu cumpleaños.
Un beso, Susana.
(Entre tú y yo, dificílmente podría enviar un beso más sincero).