A través de Therror.com ha llegado hasta mí la controvertida historia de Juan Mann, un hombre que decidió iniciar una campaña para dar abrazos a personas con las que se cruzaba por la calle con la única intención de aportar un poco de calor humano a quienes creyeran necesitarlo.

Al parecer, los efectos de tan peculiar iniciativa surtieron tanto efecto por la ciudad que la policía terminó prohibiendo la campaña. Qué final tan terrible para tan hermosa historia.

[youtube]vr3x_RRJdd4[/youtube]

Hay 16 comentarios

  1. miércoles, 27 de septiembre de 2006 a las 08:40

    No creas que su campaña no ha surtido efecto, yo tengo una enorme sonrisa después de ver el video y ganas de abrazar a los elementos que pululan por mi casa.

    Y con lo de prohibir los abrazos… imbéciles pululan por todas partes, hasta en la policí­a.

    Besos de una maia.

  2. miércoles, 27 de septiembre de 2006 a las 17:29

    El afecto es engorroso y ese tipo un perturbado. ¿Con qué derecho se nos priva de nuestra amargura?

  3. miércoles, 27 de septiembre de 2006 a las 17:48

    Felicitaciones por las publicaciones!!!!
    Gracias,
    Marta
    Congratulations!!!!

  4. Eva-siva
    miércoles, 27 de septiembre de 2006 a las 18:44

    …esta hª continúa con fuerza en Madrid, sí­, esta ciudad de la que se dice que viven más de 6.000.000 de almas que no se conocen y cuyo ritmo de vida es estresante,… se reunen para abrazarse. Yo os invito a que os unais a nosotros! todas las semanas de lunes a viernes en horario de 6:30 de la mañana a 9:00 y de 15:00 a 19:00 horas aprox. nos unimos en puntos determinados, estaciones de metro como; principe pio, atocha, nuevos ministerios, plaza de castilla…y allí­ comienza el bonito ritual, se toma aire antes de entrar en el tren, allí­ te esperan cientos de brazos de todas las partes del mundo que rodean tu cabeza, tu cintura, tu espalda, tus piernas, sintiendote desde el primer momento uno más, todos participamos …. cientos de caras que se aunan en un aliento común que da una perspectiva nueva de aromas y sabores desconocidos… manos que se juntan en barras de sujeción formando un bonito circulo de amistad, en el que cada uno cuendo siente el contacto con el humano de al lado se expresa como sabe o puede y se escucha al prójimo compartiendo centimetros cuadrados de suelo… nadie se marcha, todos permanecemos ahí­ quietitos, quietitos ….. Quiero aprovechar para dar las gracias a todas aquellas personas que han hecho posible este milagro que por un módico precio de aprox. 45 euros mensuales nos guian por el mismo camino sin diversificarnos… alcaldes, concejales,presidentes, empresarios, todos …. Gracias.

  5. jueves, 28 de septiembre de 2006 a las 02:40

    […] (por cierto allí­ he encontrado este fantástico ví­deo lo encontre allí­, explicaciones allí) […]

  6. jueves, 28 de septiembre de 2006 a las 03:16

    Impresionante ver este video. Y es verdad, te dan ganas de salir a la calle y abrazar a todo el que se te cruce.
    Qué bueno que se hiciera en todo el mundo, es un mensaje de que tenemos que estar más unidos y que podemos estarlo con sólo dar un abrazo, es algo tan simple y tan noble.
    Un abrazo

  7. jueves, 28 de septiembre de 2006 a las 14:40

    :d

  8. jueves, 5 de octubre de 2006 a las 07:00

    […] escrito por ummo @ 11:42. Archivado en Encuentros en la Tercera Fase, Historias para no dormir Imprime esta entrada Buscando la carta que, según cuenta la leyenda, escribió el Jefe Seattle al presidente de losEstados Unidos en 1854, aterricé en el blog de Lautreamont, «los fragmentos de pierrot». No pude resistir la tentación de echar un vistazo y me encontré la historia de Juan Mann, encontrada a su vez en therror.com, que inició una campaña para regalar abrazos a todo aquel que lo necesitara. Parece que el éxito fue tal que la policí­a llegó a prohibir la campaña, y se llegaron a juntar 10.000 firmas para impedir que se impidera, valga la rebuznancia.   A veces, un abrazo es todo lo que necesitamos. Abrazos gratis es la polémica historia real de Juan Mann, un hombre cuya única misión es cruzarse en el camino de un extraño para iluminarle un poco su vida. En esta época de inconectividad social y falta de contacto humano, los efectos de la campaña de Abrazos gratis se convirtió en todo un fenómeno. A medida que este sí­mbolo de esperanza humana se esparcí­a en las calles de la ciudad, la policí­a y las autoridades ordenaron vetar la campaña de Abrazos gratis. Lo que presenciamos después es el verdadero espí­ritu de la humanidad juntándose de una forma inspiradora. […]

  9. informer005
    miércoles, 25 de octubre de 2006 a las 23:32

    Creo que todos, una vez por lo menos, necesitamos de un abrazo.

    Quién quiere un abrazo??

  10. El duende
    sábado, 26 de mayo de 2007 a las 18:55

    hola recien un amigo me paso el link y me parecio espectacular !!!!!!
    y no saben las ganas que tengo de abrazarlo para agradecerle !!!!!
    me emomciona ver a la gente en paz y felices porque eso es lo que hace el abrazo dar felicidad , contencion y un monton de cosas mas que si me pongo a nombrarlas los aburrire !!!!
    gracias a todos !!!!

  11. martes, 29 de mayo de 2007 a las 13:06

    Eso, eso. Buen rollo y abrazos para todo el mundo.

    😀

  12. yo
    lunes, 4 de junio de 2007 a las 21:34

    de donde es Juan Mann ?

  13. martes, 5 de junio de 2007 a las 14:15

    Juan Mann es de Sydney, Australia. Así­ nos cuenta cómo comenzó todo:

    Estaba viviendo en Londres cuando mi mundo se volvió del revés y tuve que volver a casa. Cuando el avión aterrizó de vuelta en Sydney, todo lo que me quedaba era la carga de una bolsa llena de ropa y un mundo de problemas. Nadie esperando mi regreso, sin un sitio al que llamar hogar. Era un turista en mi propia ciudad natal.

    De pie en la terminal de llegadas, contemplando a otros pasajeros reuniéndose con sus amigos y familia, con los brazos abiertos y rostros sonrientes, abrazándose y riendo juntos, deseaba que también hubiera alguien esperandome. Que se alegrase de verme. Que me sonriera. Que me abrazara.

    Así­ que eché mano de un cartón y un rotulador y me hice un cartel. Llegué al cruce de peatones más bullicioso de la ciudad y alcé mi cartel con las palabrás «Abrazos Gratis» escrita a ambos lados.

    Durante 15 minutos, la gente simplemente me miraba al pasar. La primera persona en detenerse, me dió unas palmadas en el hombro y me contó que su perro acababa de morir esa misma mañana. Que también esa misma mañana se cumplí­a el aniversario de la muerte de su única hija en un accidente de coche. Que lo que necesitaba en ese momento, cuando se sentí­a la mujer más sola del mundo, era un abrazo. Así­ que me arrodillé, nos abrazamos y se marchó sonriendo.

    Todos tenemos problemas y seguro que los mí­os no tienen comparación con los de otros. Pero ver sonreir a alguien que antes tení­a el gesto fruncido, aunque sea por un momento, merece la pena siempre.

    Extraí­do de: http://www.freehugscampaign.org
    (Página oficial del la Campaña de Abrazos Gratis)

    Espero que te aclare algo. 😉

  14. Walter
    lunes, 28 de julio de 2008 a las 20:22

    Todos por mas edad que tengamos ,tenemos dentro de nostros el niño que necesita cariño y ternura. Y siempre recordaremos con mucha nostalgia los momentos en que sentiamos y veimos las muestras de cariño y amor de nuestros seres queridos y quizas no nos acordemos cuando dejamos de sentirlo

  15. miércoles, 30 de julio de 2008 a las 22:13

    Estoy de acuerdo contigo, Walter. La necesidad de afecto y cariño del ser humano es algo que llevamos todos dentro. Es parte de nuestra propia naturaleza.

    Un saludo 😀

  16. jesus
    martes, 30 de diciembre de 2008 a las 13:23

    igualk yo cuando vi yo el video me llene entero de alegria y por ver como se hacen felices entre ellos sin fijarse como van o pensando si podria hacerles algun mal o algo, dejan de lado la primera impresion que pueda surgir y van a darle el abrazo…