Mientras tomabamos café esta mañana, mi amigo Alberto me ha sorprendido con una noticia publicada en El Mundo. Se trataba de una noticia en la que hablaba de un reciente estudio sobre el conocido como Mecanismo de Antikythera, un instrumento de hace más de dos mil años mediante el cual se podí­an realizar cálculos astronómicos. Dicho artefacto fue descubierto en 1902 entre los restos de un naufragio de un barco romano hundido en las costas de Antikythera que habí­a sido descubierto un par de años antes, y que está datado entre 100 y 150 años antes de Cristo.

La singularidad de dicho instrumento siempre ha llamado poderosamente la atención, entre otros, a arqueólogos, historiadores y buscadores de misterios; ya que demuestra unos conocimientos técnicos no previsibles hasta, al menos, más de mil años después.

Mecanismo de Antikythera
(Imagen: Recreación del Mecanismo de Antikythera)

Personalmente, he de reconocer que este aparato ha despertado mi curiosidad desde que oí­ su historia por primera vez hace unos cuantos años. Recuerdo que, investigando un poco sobre el mismo, di con un artí­culo de un matemático americano que hací­a una serie de reflexiones técnicas acerca del instrumento para llegar a una conclusión final que, aunque no recuerdo literalmente, sí­ creo poder resumir sin faltar a su intención original:

«Ya es hora de que la comunidad cientí­fica reconozca las evidencias existentes del uso, por parte de antiguas civilizaciones, de tecnologí­as más avanzadas de lo establecido formalmente, sin miedo al rechazo general de los sectores más ortodoxos de la ciencia. Las pruebas están ahí­, y nuestro deber como hombres de ciencia es investigarlas sin prejuicios.»

No podrí­a estar más de acuerdo con él.

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El Paí­s
El Mundo

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