No sé si el recuerdo me engañará en estos instantes, pero creo sinceramente que San Sebastián es la ciudad que más me ha gustado de las que he visitado hasta el momento. Supongo que el magní­fico enclave en el que está ubicada ayuda muchí­simo, al igual que la sensación de vida que recorre sus calles, su serena hospitalidad, su riqueza gastronómica, su encanto arquitectónico o los maravillosos rincones donde pararse a contemplar el abrazo braví­o que ofrece el mar cantábrico a las costas de Donostia.

Pero bueno, no voy a descubrir yo ahora las innumerables virtudes de San Sebastián, ¿verdad? En cambio, lo que sí­ quiero hacer es dejar una breve nota de agradecimiento a alguien que, como si de un ángel se tratara, se nos apareció en plena noche donostiarra ofreciendo hospitalidad, regalos y una cantidad ingente de buen rollo del bueno. Así­ pues, muchas gracias por ayudarnos a pasar una noche cojonuda, Mister Frankie. Gracias también a Juan, por no sólo permitir sino además fomentar esa corriente de buen rollito con una amplia y permanente sonrisa. Si os pasáis por San Sebastián, os recomiendo que os paséis a verlos:

www.uraitz.com

¡¡¡Gora Donostia!!! 😀