«De toda memoria, sólo vale el don preclaro de evocar los sueños.» – Antonio Machado

Dejadme que hoy le ponga banda sonora a mi pasado más reciente con la melancólica voz de Roy Orbison, porque hoy necesito inundar estas páginas de añoranza y tristeza. Algo para lo que he querido rescatar ‘In dreams’, una conmovedora canción con la que abandonarme a ese reino interior donde la imaginación pinta de blanco la cruda realidad para trazar sobre ella una realidad más bella. Supongo que es así­ como siempre, desde muy niño, he conseguido liberarme de las emociones negativas que poblaban mi alma. Ya sea convirtiéndolas en música, en palabras o, simplemente, cantándolas lejos de mí­. Así­ pues, dejadme que hoy también aleje mi pesar de esta manera.

Además, a los que os sintáis dispuestos a acompañarme en este momento de redención, os invito a escuchar esta canción apropiándonos de sus palabras para dotarle de un sentimiento de dolor aún más profundo. Manteniendo las palabras, eso sí­, pero cambiando su destinatario.

Y es que esta canción, que nos habla de un amor que sólo es posible en el jardí­n en el que brotan nuestros sueños, ofrece una interpretación bien distinta al ponernos en la piel de Roy Orbison quien, poco tiempo después de grabarla en 1963, perderí­a a su esposa Claudette tras un accidente de moto en 1966 y, un par de años más tarde, a sus dos hijos en un incendio. Supongo que para el bueno de Roy, serí­a poco menos que imposible escuchar esta canción sin teñir su significado con el amargo sabor de su tragedia personal. Es fácil, pues, imaginarle escondido tras sus eternas gafas negras evocando la sentida presencia de su familia perdida.

Al menos, los seres humanos hemos sido bendecidos con el don para evocar nuestros anhelos y, afortunadamente, nunca nada podrá robarnos el inmenso tesoro de nuestros sueños.

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En sueños

Un duende burlón al que llaman Hombre del Saco (*)
se cuela de puntillas en mi habitación cada noche
para cegarme con su polvo de estrellas y susurrarme:
‘Vete a dormir. Todo va bien.’

Cierro mis ojos, y entonces me alejo.
En la magia de la noche, evoco una oración
silenciosa tal y como hacen los soñadores.
Y me duermo para soñar, para soñar contigo.

En sueños paseo contigo. En sueños hablo contigo.
En sueños eres mí­a todo el tiempo.
Juntos, en sueños, en sueños.

Pero justo antes del amanecer, me despierto y no estás.
No puedo evitarlo, no puedo evitarlo, por más que llore.
Pues te recuerdo diciéndome adiós.


Qué pena que algo tan bello sólo pase en mis sueños.
Sólo en sueños. En maravillosos sueños.

* Literalmente, Mr Sandman. Serí­a el equivalente a nuestro Hombre del Saco en la cultura anglosajona, a diferencia que Mr Sandman (el Hombre de Arena) arrojaba arena a los ojos de los niños que no se dormí­an.

In dreams

A candy-colored clown they call the Sandman
tiptoes to my room every night.
Just to sprinkle stardust and to whisper:
‘Go to sleep. Everything is alright.’

I close my eyes, then I drift away.
Into the magic night, I softly say
a silent prayer like dreamers do.
Then I fall asleep to dream my dreams of you.

In dreams I walk with you. In dreams I talk to you.
In dreams youre mine all of the time.
We’re together in dreams, in dreams.

But just before the dawn, I awake and find you gone.
I can’t help it, I can’t help it, if I cry.
I remember that you said goodbye.

It’s too bad that all these things
can only happen in my dreams.
Only in dreams, in beautiful dreams.

Hay 4 comentarios

  1. Agripina
    martes, 15 de enero de 2008 a las 21:54

    Que curioso. Yo conocia esta cancion desde hace no se cuanto tiempo, pero no sabia de quien era ni como se llamaba. Simplemente la conocia.
    Pero al leer la letra, se me fueron llenando los ojos de lagrimas… hasta terminar llorando. Eso mismo son mis sueños, parece que han puesto letra a mis noches, a mis amaneceres…
    Los sueños hablan mas que nosotros mismos y expresan todo lo que no decimos despiertos. Seguire soñando.

  2. miércoles, 16 de enero de 2008 a las 05:56

    Esta genial esta rola, gracias por compartirla

  3. jueves, 17 de enero de 2008 a las 01:51

    Sigue soñando, Agripina. Desde aquí­, te enví­o un beso que arrope tus sueños en la distancia.

    Gracias a ti por tu visita y cortés comentario, Carlosdu.

    Saludos a ambos.

    😉

  4. viernes, 30 de enero de 2009 a las 21:15

    Sensacional la letra. Gracias a David Lynch, en»Blue Velvet», pude conocer esta canción, parodiada por un «sombrí­o» Dean Sockwell, con su rostro pintado de blanco y un micrófono iluminado. El cine sí­, que es un sueño, que puede transformarse en tangible realidad.